2013
BBC. Ciencia.
El satélite GOCE, que costó US$450 millones y fue lanzado en 2009, será víctima
de aquello que estudió: la fuerza de gravedad.
¿Cuán probable es que nos
caiga un trozo de basura espacial?
Al principio el anuncio pasó casi inadvertido:
un satélite europeo que durante cuatro años estudió en detalle la fuerza de gravedad de la Tierra se quedó sin energía y se desplomará sobre el planeta a principios de noviembre.
Hasta que un detalle puso en alerta a los científicos de la misión: si bien la mayoría de los 1.100 kg de la sonda GOCE (Gravity Field and Steady-state Ocean Circulation Explorer) se incinerarán al atravesar la atmósfera, hasta 50 fragmentos podrían caer en tierra firme o en el mar.
GOCE ha operado a unos 220 kilómetros de la superficie de la Tierra -más bajo que cualquier otro satélite-, lo que le ha permitido elaborar el mapa de la gravedad terrestre más preciso hasta la fecha.Pero por el momento la hazaña científica del "Ferrari del espacio" -como fue bautizado el satélite por su diseño elegante- parece estar en segundo plano.
"Por ahora no podemos predecir cuándo y dónde esas partes pueden caer, pero determinaremos con más precisión el área afectada en el momento del reingreso", advirtió la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la responsable del satélite.
Según explicó, esta incertidumbre se debe a los constantes cambios en la atmósfera, fuertemente influida por la actividad solar.
La ESA adelantó que actualizará constantemente sus predicciones y emitirá un alerta a la población si es necesario.
Sin embargo, aclaró que los riesgos para la vida humana y la infraestructura son mínimos, ya que dos tercios de la Tierra están cubiertos por agua y vastas áreas del planeta se encuentran despobladas.
Aun así, la pregunta que muchos siguen haciéndose es: ¿qué pasa si, a pesar de los "peros", alguno de esos fragmentos termina apuntando hacia nosotros?.
Hasta que un detalle puso en alerta a los científicos de la misión: si bien la mayoría de los 1.100 kg de la sonda GOCE (Gravity Field and Steady-state Ocean Circulation Explorer) se incinerarán al atravesar la atmósfera, hasta 50 fragmentos podrían caer en tierra firme o en el mar.
GOCE ha operado a unos 220 kilómetros de la superficie de la Tierra -más bajo que cualquier otro satélite-, lo que le ha permitido elaborar el mapa de la gravedad terrestre más preciso hasta la fecha.Pero por el momento la hazaña científica del "Ferrari del espacio" -como fue bautizado el satélite por su diseño elegante- parece estar en segundo plano.
"Por ahora no podemos predecir cuándo y dónde esas partes pueden caer, pero determinaremos con más precisión el área afectada en el momento del reingreso", advirtió la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la responsable del satélite.
Según explicó, esta incertidumbre se debe a los constantes cambios en la atmósfera, fuertemente influida por la actividad solar.
La ESA adelantó que actualizará constantemente sus predicciones y emitirá un alerta a la población si es necesario.
Sin embargo, aclaró que los riesgos para la vida humana y la infraestructura son mínimos, ya que dos tercios de la Tierra están cubiertos por agua y vastas áreas del planeta se encuentran despobladas.
Aun así, la pregunta que muchos siguen haciéndose es: ¿qué pasa si, a pesar de los "peros", alguno de esos fragmentos termina apuntando hacia nosotros?.
¿Hay algo que podamos hacer?
Para saberlo, BBC Mundo consultó a la mejor persona
Para saberlo, BBC Mundo consultó a la mejor persona
de dudas: el Dr. Nicholas
Johnson, jefe científico del
Programa de Desechos
Orbitales de la NASA, un
centro pionero en el
monitoreo de "basuraespacial".
Dr. Johnson, ¿existe la posibilidad de que partes del satélite GOCE caigan en áreas pobladas?
Sí. GOCE está sobrevolando la Tierra en una órbita que va desde la latitud de 83 grados norte hasta los 83 grados sur. Es decir, sobre una ancha franja horizontal que rodea el planeta entre el Ártico y la Antártica. De modo que los fragmentos que sobrevivan a la atmósfera pueden caer en cualquier parte dentro de esos límites.
Aparte de GOCE:
Sí. GOCE está sobrevolando la Tierra en una órbita que va desde la latitud de 83 grados norte hasta los 83 grados sur. Es decir, sobre una ancha franja horizontal que rodea el planeta entre el Ártico y la Antártica. De modo que los fragmentos que sobrevivan a la atmósfera pueden caer en cualquier parte dentro de esos límites.
Aparte de GOCE:
¿cuán común es la caída de fragmentos de aparatos que orbitan la Tierra?
En los últimos 50 años un promedio de un desecho orbital ha caído a la Tierra cada día. Hablo sólo de objetos que fueron rastreados. La información sobre estos elementos es compilada por la Red de Vigilancia del Espacio de EE.UU. y está disponible para todo el mundo.
Entonces, con tantos restos de aparatos que entran a la atmósfera:
En los últimos 50 años un promedio de un desecho orbital ha caído a la Tierra cada día. Hablo sólo de objetos que fueron rastreados. La información sobre estos elementos es compilada por la Red de Vigilancia del Espacio de EE.UU. y está disponible para todo el mundo.
Entonces, con tantos restos de aparatos que entran a la atmósfera:
¿siempre hay algún riesgo para los seres humanos o la infraestructura?El riesgo es pequeño pero no equivalente a cero.
Muchos de los desechos que reingresan son muy pequeños y no sobreviven a la fricción de la atmósfera para alcanzar la superficie de la Tierra.Una vez a la semana un aparato espacial o un fragmento de un cohete cae al planeta. Estos objetos a menudo contienen elementos que sí logran atravesar la atmósfera. Sin embargo, la mayoría de estas partes terminan en el agua o en una región escasamente poblada.
¿Ha habido algún reporte de heridos, muertes o destrucción de infraestructura desde que el ser humanos comenzó a enviar aparatos a la órbita terrestre?
Desde el Sputnik 1 [el primer satélite artificial de la historia, que fue lanzado en 1957 y cayó a Tierra un año después] no se ha reportado un solo herido debido al reingreso de desechos orbitales al planeta.
En caso de que haya riesgo para una zona poblada:
¿Ha habido algún reporte de heridos, muertes o destrucción de infraestructura desde que el ser humanos comenzó a enviar aparatos a la órbita terrestre?
Desde el Sputnik 1 [el primer satélite artificial de la historia, que fue lanzado en 1957 y cayó a Tierra un año después] no se ha reportado un solo herido debido al reingreso de desechos orbitales al planeta.
En caso de que haya riesgo para una zona poblada:
¿qué medidas se pueden tomar para proteger a las personas y qué debe hacer la gente por su cuenta?
Como es imposible predecir la trayectoria exacta de los desechos que reingresan a la atmósfera, no puede tomarse ninguna medida preventiva. Sin embargo, insisto en que el riesgo de lesiones y daños es extremadamente pequeño.
¿Cuántos desechos orbitan la Tierra en este momento?
Más de 16.000 objetos estan siendo rastreados actualmente.
Como es imposible predecir la trayectoria exacta de los desechos que reingresan a la atmósfera, no puede tomarse ninguna medida preventiva. Sin embargo, insisto en que el riesgo de lesiones y daños es extremadamente pequeño.
¿Cuántos desechos orbitan la Tierra en este momento?
Más de 16.000 objetos estan siendo rastreados actualmente.
Fragmemto de un cohete Delta aterrizó en Georgetown, 1997 |
monitorearlos.
Con tantos objetos girando
a nuestro alrededor
y muchos más que vendrán:
¿se puede esperar que aumente el peligro de que nos caiga encima basura espacial?
¿se puede esperar que aumente el peligro de que nos caiga encima basura espacial?
Con una tasa de reingreso constante (1 por día), el riesgo existente -aunque muy pequeño- de lesiones aumentará a medida que se incremente la población mundial.La mejor manera de evitar que esto suceda es controlar la entrada de los objetos para que caigan en áreas oceánicas amplias.
Esta técnica ya se utiliza para los vehículos logísticos que completan sus misiones a la Estación Espacial Internacional, pero sólo puede aplicarse en casos en que los aparatos cuentan con cohetes que pueden activarse para dirigirlos.
Cuando no existe esta posibilidad, no hay nada que hacer más que monitorear los desechos que logran cruzar la atmósfera, tratar de precisar dónde pueden caer y alertar sobre ello.
Enero de 2012:
reingresó a la atmósfera la fallida sonda rusa Phobos-Grunt (en la foto), de unas 12 toneladas, que había sido lanzada para estudiar el Sol.
Noviembre de 2011:
Noviembre de 2011:
se desplomó sobre la Tierra el telescopio espacial alemán de rayos X ROSAT.
Septiembre de 2011:
Septiembre de 2011:
cayó el Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior (UARS, por sus siglas en inglés), de casi seis toneladas.
En ninguno de los casos hubo víctimas ni daños.
Por: Redacción LAVOZ.
El telescopio alemán Rosat, ya en desuso, caerá a la Tierra entre el sábado y el domingo, precisó hoy la agencia espacial alemana en su portal de Internet.
No obstante, aclaró que “la hora y el lugar de re-entrada no se puede predecir con precisión”, ya que la actividad solar puede provocar modificaciones. Pero se considera que el momento ocurrirá entre el 22 y el 23 próximos.
Durante su misión, el satélite Roentgen (conocido como Rosat) realizó sus observaciones en una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Desde su retiro del servicio, la resistencia atmosférica ha hecho que el satélite pierda altura.
Desde junio de 2011 está a una distancia de sólo 327 kilómetros sobre la Tierra.
Debido a que Rosat no tiene un sistema de propulsión a bordo, no fue posible maniobrar el satélite para realizar una reentrada controlada al final de su misión en 1999.
Velocidad.
En ninguno de los casos hubo víctimas ni daños.
Por: Redacción LAVOZ.
El telescopio alemán Rosat, ya en desuso, caerá a la Tierra entre el sábado y el domingo, precisó hoy la agencia espacial alemana en su portal de Internet.
No obstante, aclaró que “la hora y el lugar de re-entrada no se puede predecir con precisión”, ya que la actividad solar puede provocar modificaciones. Pero se considera que el momento ocurrirá entre el 22 y el 23 próximos.
Durante su misión, el satélite Roentgen (conocido como Rosat) realizó sus observaciones en una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Desde su retiro del servicio, la resistencia atmosférica ha hecho que el satélite pierda altura.
Desde junio de 2011 está a una distancia de sólo 327 kilómetros sobre la Tierra.
Debido a que Rosat no tiene un sistema de propulsión a bordo, no fue posible maniobrar el satélite para realizar una reentrada controlada al final de su misión en 1999.
Velocidad.
Cuando la nave reingrese en la atmósfera, lo hará a una velocidad de unos 28.000 kilómetros por hora y se romperá en fragmentos, algunos de los cuales se quemarán por el calor extremo del roce.
Los últimos estudios revelan que es posible que hasta 30 piezas individuales, con un peso total de 1,7 toneladas, pueden llegar a la superficie de la Tierra.
El fragmento más grande será probablemente el espejo del telescopio, que es muy resistente al calor y puede llegar a pesar hasta 1,7 toneladas.
En la actualidad, la fecha de reingreso sólo se puede calcular con una precisión de más o menos dos días.
Los últimos estudios revelan que es posible que hasta 30 piezas individuales, con un peso total de 1,7 toneladas, pueden llegar a la superficie de la Tierra.
El fragmento más grande será probablemente el espejo del telescopio, que es muy resistente al calor y puede llegar a pesar hasta 1,7 toneladas.
En la actualidad, la fecha de reingreso sólo se puede calcular con una precisión de más o menos dos días.
Incluso un día antes, la única estimación será una precisión de más o menos cinco horas.
Todas las áreas bajo la órbita del Rosat, que se extiende a 53 grados de latitud norte y sur, podrían verse afectados por su reingreso. La mayor parte de los restos tendrá un impacto cerca de trayectoria de tierra del satélite.
Sin embargo, fragmentos aislados podrían caer a unos 80 kilómetros de ancho a lo largo de la pista que sigue el Rosat.
En ninguno de los casos hubo víctimas ni daños.
Todas las áreas bajo la órbita del Rosat, que se extiende a 53 grados de latitud norte y sur, podrían verse afectados por su reingreso. La mayor parte de los restos tendrá un impacto cerca de trayectoria de tierra del satélite.
Sin embargo, fragmentos aislados podrían caer a unos 80 kilómetros de ancho a lo largo de la pista que sigue el Rosat.
En ninguno de los casos hubo víctimas ni daños.
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