Los científicos están sobreexcitados y explican que de confirmarse un nuevo descubrimiento se abriría una puerta a un mundo “desconocido e inexplorado”. La hipótesis que se maneja es que el hallazgo se relaciona con la fuerza de gravedad
No es frecuente notar sentimientos como la emoción en la cautelosa comunidad de físicos teóricos, pero dos “golpecitos” detectados en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés) tiene a muchos expertos al borde de la silla.
Estos golpes en los datos que resultan de la aceleración de protones pueden ser una nueva y desconocida partícula seis veces más grande que el bosón de Higgs; lo que para el físico teórico Gian Giudice significaría “una puerta hacia un mundo desconocido e inexplorado”.
No es frecuente notar sentimientos como la emoción en la cautelosa comunidad de físicos teóricos, pero dos “golpecitos” detectados en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés) tiene a muchos expertos al borde de la silla.
Estos golpes en los datos que resultan de la aceleración de protones pueden ser una nueva y desconocida partícula seis veces más grande que el bosón de Higgs; lo que para el físico teórico Gian Giudice significaría “una puerta hacia un mundo desconocido e inexplorado”.
Debate teórico
Tras el anuncio, se han publicado unos 280 ensayos que intentan explicar lo que puede ser esta señal y ninguno ha podido descartar la teoría de que se trata de una nueva partícula.
Algunos científicos sugieren que la partícula puede ser un “primo pesado” del bosón de Higgs, descubierto en 2012 y que explica por qué la materia tiene masa.
Mientras que hay quienes piensan que estos golpes pueden ser un gravitón, la partícula encargada de transmitir la fuerza de gravedad.
De ser así, se trata de un hito, pues hasta ahora no se ha podido conciliar la gravedad con el modelo estándar de la física de partículas.
Para los expertos, el hecho de que nadie haya podido refutar lo que los físicos detectaron, es una señal de que podemos estar cerca de descubrir algo extraordinario.
“Si todo termina siendo real, sería un 10 en la escala de Richer de los físicos de partículas”, explicó el experto John Ellis, del King's College de Londres y exjefe del departamento de teoría de la Organización Europea para la Investigación Nuclear.
Sin embargo, los científicos no quieren descorchar champagne antes de conseguir pruebas irrefutables.
Ninguno de los equipos pudo atribuir la anomalía a un error estadístico. Estas son buenas noticias para los expertos que creen que este descubrimiento es el inicio de algo muy grande.
Lo malo es que ninguno de los laboratorios ha podido explicar lo que es esta misteriosa partícula, por lo que se requieren de más experimentos para calificar el evento de “descubrimiento”. Lo bueno es que no hay que esperar mucho para ver el desenlace.
Esta semana el LHC sale de su período de hibernación para volver a disparar protones en distintas direcciones.En los próximos meses el colisionador ofrecerá el doble de información de lo que expertos tienen hasta ahora.