Las mujeres fumadoras.
Escrito por Laura Molina.
Además, las mujeres que fuman no pueden planificar sus embarazos con anticonceptivos hormonales (pastillas, parches, inyecciones) porque combinados, el tabaco y esos anticonceptivos aumentan el riesgo de una serie de complicaciones, que van desde el infarto cardíaco al derrame cerebral, pasando por formación de coágulos en las piernas y en los pulmones. Así explica la doctora Liliana de Parada, neumóloga y experta en el tema del tabaquismo, algunas de las consecuencias provocadas por el hábito de fumar en las mujeres.
De acuerdo con ella, el sexo femenino se lleva la peor parte de los efectos del tabaquismo en el organismo, porque sumado a los daños que produce en general, como distintos tipos de cáncer, problemas dentales y otros, a ellas se agregan consecuencias asociadas a su capacidad reproductiva o a características anatómicas específicas.
Por ejemplo, la doctora Parada explica que el cáncer de mama es más probable en una mujer que fuma, así como el de cérvix. Asimismo y debido a que el humo del cigarrillo impide la apropiada oxigenación de las células de todo el cuerpo, a las mujeres fumadoras les cuesta más quedar embarazadas y cuando lo consiguen, tienen hasta un 30% más de posibilidades de perder a su bebé en el primer trimestre.
La neumóloga agrega que si una mujer que fuma logra el embarazo y que su bebé sobreviva el primer trimestre, en el siguiente período de la gestación existe riesgo de placenta previa, un trastorno que es peligroso porque la placenta se desarrolla en la parte baja del útero incluso tapando la abertura del cuello uterino.
La placenta previa aumenta el riesgo de un nacimiento prematuro y por lo general requiere hospitalizar a la madre para que la gestación avance lo más posible y evitar que el bebé nazca antes de tiempo. El tabaquismo, siempre asociado con la capacidad de la mujer de dar a luz, se relaciona con un aumento de bebés que nacen con bajo peso, explica la Dra Parada.
Los bebés hijos de mujeres que fumaron en el embarazo tienen más peligro de problemas de audición y déficit en su coeficiente intelectual.
No obstante, la neumóloga admite que una mujer que deja de fumar antes del embarazo puede ahorrarse muchos problemas.
Es decir, no importa cuánto tiempo haya fumado en su vida, pero si un día decide dejar el tabaco, en tres días o una semana, su cuerpo se habrá deshecho de los excesos de nicotina y no existirá riesgo para su bebé en este sentido.
El problema es que no es fácil dejar de fumar cuando existe una adicción.
Y para las mujeres este tema también es más complicado, según la Dra Parada.
Debido a que el sexo femenino tiene maneras particulares de procesar sus emociones y tiende más a la ansiedad y el estrés, el hábito de fumar suele estar asociado a problemas emocionales en mayor medida que en los hombres.
Aunado a esto, está el concepto que de acuerdo con la doctora se ha construido a través de la imagen de un cigarrillo en la boca femenina y esa es la de la mujer independiente, libre y segura de sí misma.
El tabaquismo también afecta los huesos de la mujer, aumentando las posibilidades de que se descalcifiquen y se dé la osteoporosis,
pero además hace que las arrugas se adelanten, los dientes se arruinen, las encías se inflamen, se caiga el cabello, se inflamen
las cuerdas vocales , se desarrollen cataratas en los ojos y se disminuya la capacidad auditiva, resume la Dra Parada.
Opinión de un especialista:
El Juan Carlo Amatucci, especialista en Alergia y Periodista Científico, nuestro Director Científico Asociado, avala los dichos de la Dra. Parada y agrega - como lo viene enseñando desde 1980 , a través del Centro de Lucha Contra las Enfermedades Alérgicas ( CELCEA ) - que de ser esa mujer alérgica , su bebe tendrá más oportunidad de desarrollar alergia , en general o asma en particular.
Pero ella además de todas las patologías expuestas por la Dra Parada, sufrirá de rinosinusitis, asma, faringitis, laringitis ,EPOC . y eccema de contacto por sensibilización al tabaco.
